La ropa vintage y de segunda mano han ganado cada vez más relevancia como una alternativa para quienes buscamos vestir de una manera más ética y consciente, esto debido a que ofrece muchas ventajas que se ajustan a diversas inquietudes ligadas al consumo sostenible.
Tendencias que vuelven. Temporada tras temporada podemos ver guiños o citas literales de décadas pasadas que vuelven reinventadas para integrarse a la moda actual. Quienes saben que en la ropa usada se encuentran tesoros ven en tiendas vintage, de segunda mano y ferias libres la oportunidad de encontrar prendas que, lejos de ser vestigios de épocas pasadas, pueden convertirse en piezas claves para lograr un look moderno, pero con toques nostálgicos y originales.
Alternativas más económicas. Una de las principales ventajas de comprar “usado” es que podemos acceder a precios mucho más asequibles, incluso cuando se trata de etiquetas de diseñadores.
La ropa más sostenible es la que ya existe. A las ventajas anteriores se suma el hecho de que optando por ropa usada evitamos el gasto energético e hídrico de producir una prenda nueva, lo que se traduce en un menor impacto medioambiental. Además, mantenemos la prenda en circulación, alargando su ciclo de vida, y así reduciendo el desecho textil.
¿Ya estás convencida de darle una oportunidad a esto de comprar de segunda mano? Genial, ahora viene la segunda pregunta: ¿por dónde partir y cómo escoger correctamente? A través de la experiencia personal, un poco de investigación y el consejo de tres expertas en moda vintage, elaboramos esta guía para ti.