Si trabajas en un taller de automóviles, vas a necesitar soldar. Tarde o temprano, te guste o no, será una necesidad. Este es un proceso que a menudo se malinterpreta, que a menudo da resultados imprecisos. La técnica adecuada junto con la paciencia y la práctica es lo que hace la diferencia para establecer una soldadura limpia y fuerte.
Los tres tipos más comunes de soldadura son la soldadura por arco, (comúnmente llamada soldadura con palo), la soldadura MIG y la soldadura TIG. Comprender los principios básicos de cada tipo de soldadura ayuda a definir qué proceso es el mejor para su trabajo.
• Soldadura por arco
La soldadura por arco utiliza un electrodo, que es una varilla de metal o "palo" con flujo en polvo a su alrededor. Cuando se golpea un arco, el calor extremo derrite el material de trabajo y la varilla de soldadura. La varilla fundida fluye entonces, añadiendo material adicional al área, ayudando a fusionar los materiales. El interior de la varilla es básicamente un "relleno" de metal y el flujo en el exterior de la varilla es lo que se quema y mantiene el oxígeno lejos de la soldadura para evitar la oxidación. Durante el proceso, el polvo del fundente se forma alrededor de la soldadura y cuando terminas, tienes que desmenuzarlo.
Las varillas para soldar consisten en diferentes tipos de material en el interior y el exterior, que afectan a las características de la soldadura. La soldadura por arco funciona bien en materiales pesados y sobresale por encima de otras formas de soldadura con su capacidad de penetrar materiales oxidados, lo cual es muy útil para ese inevitable viejo remolque oxidado que alguien quiere que arregles.
La familiaridad con los materiales de la varilla lo hará más efectivo con un soldador de arco, por ejemplo, una varilla 6010 penetra más profundamente con sus capacidades de quemado y una varilla 7018 es mejor para uso general.