El viaje de Santiago es una de las experiencias más bellas para quienes buscan una experiencia mística que interrumpa la rutina y ponga en contacto a nuevas personas.
El recorrido es de unos 800 km, que se pueden dividir en diferentes tramos en función de la resistencia, el entrenamiento y el tiempo disponible. Más allá de todo, lo cierto es que para afrontar el camino de Santiago se necesita preparación, desde muchos puntos de vista, tanto físicos como mentales. En esta guía veremos cómo prepararnos para el Camino de Santiago, ¡buena lectura!
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Empecemos con un punto fundamental: la ropa. Lo primero son los zapatos, se necesitan al menos dos pares para caminar, cómodos pero duraderos, para resistir la lluvia y cualquier cambio repentino en el clima. Olvídese de cualquier tipo de zapato de goma, elija un producto específico, tal vez utilizado por quienes hacen trekking, obtenga asesoramiento y acuda a una tienda especializada. Luego es el turno de los calcetines, que deben ser de varios tipos, dependiendo de la temperatura. Traiga por lo menos un par para cada tipo, luego uno de lana, uno de algodón, pero sobre todo busque calcetines con refuerzos en el talón y el talón, de lo contrario podrían dañarse causando dolor a sus pies. También puede utilizar un impermeable fácilmente plegable y portátil en su mochila; será necesario para hacer frente a las lluvias repentinas. Por lo demás, intenta siempre optar por la ropa clásica en capas, que te permitirá adaptar tu ropa a la temperatura de ese día.